Cuadros que nunca veremos (III): el juicio a José Antonio y el asalto al Prado de Enjuto
- Sergio Martínez López
- 26 jul 2022
- 2 Min. de lectura

Noviembre de 1936. Amanece en Alicante. La incivil guerra sigue su curso. El hombre que está a punto de ser mito apura sus últimas horas tras los barrotes de su celda mientras el pelotón de fusilamiento, cara al sol, prepara los cartuchos...
Ríos de tinta han corrido sobre el procesamiento de José Antonio Primo de Rivera acaecido en plena Guerra Civil, pocos meses después de que el gran poeta Federico García Lorca corriese su misma suerte en Víznar (Granada). El líder de Falange fue condenado a muerte por haber participado en el golpe de Estado de julio del 36. También se le acusó de colaborar con las potencias del Eje. Al parecer, se acogieron a una visita que hizo el abogado a Berlín donde se entrevistó con el mismísimo Hitler en mayo del 34. Las escasas garantías de aquel juicio, que duró dos días, son interesantes, pero debemos poner el foco en uno de los responsables de aquel asunto: Federico Enjuto Ferrán.
Zugazagoitia, ministro de Gobernación de Negrín, nos cuente en sus memorias tituladas "Guerras y vicisitudes de los españoles", lo siguiente: «El delito de que debía responder Primo de Rivera se había producido con anterioridad a la insurrección de los militares. Se le condenó, no por lo que había hecho, sino más bien por lo que se suponía que hubiese hecho de encontrarse en libertad».
Vinculado al alto mando de la II República, creció en el escalafón de los magistrados a la sombra de Indalecio Prieto, el cual le prometió el cargo de magistrado del Tribunal Supremo si seguía a rajatabla todas sus órdenes.
pese a qu este caso no hablamos de cuadros jamás pintados sino de óleos robados.Federico Enjuto,juez que llevó al pelotón de fusilamiento a José Antonio Primo de Rivera, sustrajo del Museo del Prado en 1938 obras valiosas.Se las llevó a París y fue expulsado del partido.Ventajas económicas.Dios sabe si robó algún Murillo o Velázquez.
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