El crimen del siglo y el negocio de la farmacopea

Dr.Andrew Kolodny, director ejecutivo de una organización dedicada al consumo responsable de opioides:

"Cuando hablamos de analgésicos opioides,lo que se hace es convertir las moléculas naturales que existen en el opio en una versión más fuerte que entra más rápido en el cerebro,que tiene un efecto más gratificante.Es básicamente el mismo proceso que para fabricar heroína.Así que cuando hablamos de medicamentos como la hidrocodona y la oxicodona hablamos de medicamentos que son semisintéticos,igual que la heroína,y que producen efectos que son indistinguibles de los de la heroína,son básicamente pastillas de heroína.Ello no significa que los médicos no deban recortarlos jamás.Son buenos medicamentos para calmar el dolor al final de la vida,durante los días posteriores a una cirugía mayor o a un accidente grave.Por desgracia,Purdue Pharms y otros fabricantes empezaron a promocionar sus opioides para casos comunes de dolor crónico en los que es mucho más probable que les perjudique en lugar de ayudarles.

Si Purdue hubiera presentado una solicitud a la Agencia de Alimentos y Medicamentos buscando la aprobacion de OxyContin para tratar el dolor oncológico terminal su responsabilidad no habría sido tan grande,pero eso no les interesó nunca porque no se puede conseguir un medicamento de éxito si solo va a publicitarse para el dolor terminal.No hay suficientes pacientes terminales con dolor oncológico y además no tomarán el producto durante mucho tiempo.Hay que conseguir que el medicamento se recete para enfermedades comunes,pero para conseguir la aprobación de la Agencia de Medicamentos necesitas pruebas de que es un medicamento seguro y eficaz para esas enfermedades comunes".

Purdue no tenía pruebas de que el medicamento fuese seguro...