Fotogramas en tu retina (VII): "Mystic River" (2003),de Clint Eastwood

Clint Eastwood firma un retrato brillante, descarnado y duro sobre la pérdida de la infancia. Esos tres chicos se toparon a inicios de los setenta con la parte más indeseable, perniciosa y terrorífica de la condición humana:dos pedófilos que,fingiendo ser policías,raptan a uno de ellos y lo someten a vejaciones indescriptibles.Un inicio que te deja sin aliento y que te anticipa el universo en el que como espectador te vas a mover.

Podría pensarse que al coche solo subió uno de ellos,pero todos quedaron indeleblemente marcados desde aquel entonces para el resto de sus vidas.

Pero el pasado, dicen, siempre vuelve.Esta vez,25 años después de aquel incidente en la infancia, en forma de tragedia familiar para uno de ellos,la cual será el eje conductor de la cinta y sobre el cual se estructura un guión que,bebiendo de la fuente original, construye un mundo suburbial bostoniano fascinante e inquietante.

Me refiero al brutal asesinato de la hija de Jimmy (Sean Penn).

Puro cine de un hombre que brilló a las órdenes de algunos de los más grandes directores del cine de los 70 en adelante:Sergio Leone o Donald Siegel. Dos tramas narrativas:la de la investigación policial (Kevin Bacon y Lawrence Fisburne) y la del duelo que soportan los familiares y amigos de la chica fallecida.

A mi mente llegaron momentos de la maravillosa (y también dura) primera temporada de la serie de HBO "True Detective" (Nick Pizzolato),interpretada magistramente por dos titanes del Hollywood moderno Matthew McConaguet y Woody Harrelson.Comparten muchos elementos del mejor cine negro:chica desaparecida, policías ante un crimen de difícil resolución, interpretaciones sobrecogedoras, atmósfera que atrapa al espectador plasmada con una fotografía tan fría y distante como los personajes (Boston en un caso y Luisana en otro),antagonistas execrables...

Mystic River es de esas películas que te golpean fuerte en el estómago porque apuntan a algo innato en nuestra condición de animales políticos que somos:la violencia ejercida y sufrida.Creo que nos invita Clint Eastwood a reflexionar sobre el poder que tienen los adultos sobre los menores,los abusos sufridos en la infancia (físicos o sexuales),la empatía con quienes han perdido a alguien,la inseguridad en las calles y cómo,tal y como pasa con el personaje de Tim Robbins,debemos respetar siempre la presunción de inocencia y rechazar tomarnos la justicia por nuestra mano.A veces el más insospechado es el culpable del crimen.Es más fácil decirlo que hacerlo cuando te pasa algo así (recordemos las tristes mediáticas desapariciones de chicas como Marta del Castillo o las niñas de Alcasser), pero si actuamos como Sean Penn buscaríamos venganza,no justicia.No estaríamos lejos de aquellos seres aberrantes del inicio faltos de cualquier ética para con sus semejantes.Mistyc River es una apuesta por los grises,por los matices y por los detalles.Por eso es quizá una de las mejores cintas de nuestro siglo.

Llegas a dudar seriamente de la implicación de Dave en los acontecimientos.¿Quién es el culpable? ¿A quién creer? ¿Cómo acabará todo esto?

No será la última película de Clint Eastwood que pase por esta sección...

Plano cenital,el ojo de Dios, observando a su criatura,un padre desatado ante la noticia de la muerte de su hija que intenta zafarse de las manos de multitud de policías...Magistral es quedarse corto.