La lección de los cartujos

Los cartujos prosperan de acuerdo con su lema de la Edad Media: Stat crux dum volvitur orbis (“La cruz es firme mientras el mundo gira"). Los monjes de la Chartreuse no entienden de pandemias, confinamientos y restricciones económicas. Viven al margen de la sociedad ocultos tras los muros de su monasterio fundado allá por el siglo XI. La austeridad es su lema y tienen lecciones que bien nos podríamos aplicar los habitantes del mundo occidental sometidos al bombardeo constante de información vía prensa, redes sociales y televisión. Inmersos en críticas banales y la cultura del narcicismo (hay benditas excepciones como sucede siempre).En un mundo azotado por el virus, los cartujos nos enseñan una lección universal: si quieres estar en paz contigo mismo, mira hacia dentro, no hacia fuera. La pose dura siete segundos, luego está la verdadera esencia. No está muy lejos esa filosofía de lo que grabaron los presocráticos en el templo de Apolo en Delfos. Nosce te ipsum. Conócete a ti mismo. No concibo otra forma de vivir.

Dijo el padre Holleran. “Los días pasan muy rápido cuando se está inmerso en la sombra de la eternidad”.

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Cual monjes budistas. No hace falta envolverse en un manto naranja, blanco o negro para encauzar tu vida hacia un estilo más moderado, sensato y racional. El verdadero cambio está en la mente,dentro de ti, no en tu apariencia externa.

https://www.nytimes.com/es/2020/12/28/espanol/monjes-chartreuse.html