La huelga desde un sindicalista anticomunista: Georges Lefranc

El mundo europeo durante los albores del descomunal siglo XX siempre me ha fascinado. El fascismo italiano y el nacionalsocialismo alemán ( Kraft durch Freude (‘Fuerza a través de la Alegría’) no fueron los únicos movimientos políticos que intentaron ganarse el favor de la clase obrera en los años 20 y 3o. Son de sobra conocidos el programa nazi Kraft durch Freude (‘Fuerza a través de la Alegría’) y la Carta del Lavoro italiana. En Francia, cuna de la mejor Ilustración, también surgieron culturas políticas que buscaban, frente a la expansión del comunismo, confrontar con las ideas marxistas y ofrecer una alternativa a la complicada situación sustrato obrero. Ello nos viene a demostrar que un fascista, por muy fascista que sea su ideología, puede tener ideas coherentes y claras en materia sindical. Que luego ese programa tenga efectos adversos en la realidad y sea más o menos perniciosa para los derechos de los trabajadores ya es un jardín en el cual no me meteré,

En ese choque dialéctica, y armado en algunos casos, sobresale un individuo del cual no tenía ni idea hasta hace cuatro días, Georges Lefranc, al cual conocí gracias a una reseña del profesor José María Bellido Morillas.

Para algunos Georges Lefranc forma parte de esa clase de fascistas que son peligrosos, no por sus puños, sino por sus lecturas, ideas e interpretaciones.

"La huelga: historia y presente", libro publicado por Georges Lefranc en 1972.