Los "juguetes" de Washington y Moscú

En medio de una crisis energética agravada, en parte, por la guerra de Ucrania, Washington y Moscú planean reformular durante los próximos días las condiciones de su tratado de vigilancia mutua en materia nuclear suscrito hace ya 12 años (en tiempos de la administración Obama). Así, el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, más conocido como New Start, incluye cláusulas tan importantes como el establecimiento de un límite de lanzaderas y cabezas nucleares así como inspecciones en forma de misiones para comprobar las infraestructuras o silos de misiles.

El peso (y el peligro) que representan estas armas en la geopolítica internacional no es baladí. Muchos ejecutivos están aumentando las partidas presupuestarias para mejorar sus ejércitos. Así, el gasto público en defensa en Estados Unidos creció 30.690,5 millones en 2020, llevándose casi el 8% del gasto total. Estamos asistiendo pues a una nueva carrera armamentística donde la necesidad de invertir más que el contrario y hallar una tecnología garante de ventajas es esencial. También, China y la India irrumpen con fuerza en un juego que hasta hace no mucho era de dos...

A continuación, muestro unas fotos de algunos de los "juguetes" que componen el armamento estadounidense y ruso actualmente.

Misil balístico intercontinental Trident II. Disparado por el submarino clase Ohio es la estrella de la Marina estadounidense en materia nuclear. Tiene un alcance de hasta 11.000 kilómetros.

Estos submarinos pueden navegar silenciosamente por cualquier punto del globo.

El espectacular avión estratégico B-52. Es el bombardero más antiguo en servicio. Nació a mediados del siglo pasado.

RS-28 Sarmat, que la OTAN ha denominado "Satán II". ¿De qué estamos hablando? Del misil balístico de alcance intercontinental más poderoso de Rusia.

El S-500 Prometheus es un sistema de misiles tierra-aire de nueva generación con un alcance de 600 kilómetros.

Trabajar como diplomático o espía en este tipo de cuestiones tiene que ser divertido y escalofriante. Este tipo de tensión y guerra psicológica no es ni mucho menos nueva. Los relieves que decoraban las salas de los palacios asirios hace más de dos mil años (como el de Asurbanipal en Nínive) narran conquistas, partidas de caza y escenas de la vida militar. Se trataba de glorificar al monarca e impresionar al visitante extranjero con el fin de que regresara a su pueblo con el miedo en el cuerpo. Antaño labraban esculturas en piedra y hoy los gobiernos invierten en tecnología nuclear y bases de datos. Propaganda y realidad se entremezclan.

"Martirio de los vencidos" (Puertas de Balawat, Nínive, irak). Forma parte de un amplio repertorio de planchas de bronce que relatan las gestas militares del reinado de Salmanasar III (854-824).

Yendo a épocas más recientes, debemos recordar que el primer misil balístico de la historia lo parío la Alemania nazi. El V2, inventado por el científico nazi Wernher von Braun, era una de las armas secretas de Hitler, manoseada hasta la extenuación por la propaganda, con la que pretendía ganar una guerra que ya tenía perdida de antemano el día que decidió abrir el frente occidental declarando la guerra a USA. Terminada la contienda, los norteamericanos se apropiaron de la tecnología alemana y de los conocimientos de aquellas mentes que trabajaron para el oscuro III Reich. La carrera especial y todo el enfrentamiento con URSS no hubiera sido posible sin este crucial evento de la IIGM.